El fenómeno migratorio se ha convertido en una realidad de dimensión planetaria, cada vez más creciente en las sociedades actuales, característica visible de un proceso de globalización cada vez más acusado. Al unísono, para la persona concreta que emigra su identidad o ADN culturales se alzan como uno de valores de mayor trascendencia en su percepción de ese nuevo espacio que le acoge, así como, en muchas ocasiones, una llave para su progresiva integración en el mismo. En el actual escenario multicultural, resulta obvio que la piedra angular del Estado no es otra, en pleno siglo XXI, que la gestión democrática de la diversidad cultural de estas nuevas sociedades que están emergiendo. Y hacemos hincapié en una gestión necesariamente democrática, cuya complejidad salta a la vista, pero cuya necesidad se hace cada vez más apremiante, como consecuencia del impacto de los vertiginosos flujos migratorios y de los efectos de la globalización.
Qué duda cabe que un ámbito señero de gestión de esa diversidad es el de la sanidad, a cuyo fin se destina esta obra monográfica que tengo el placer de comentar. Y así lo anticipa, con gran tino, la Profesora Ana Fernández-Coronado en su valiosa exposición a modo de Prólogo, preludio de esta obra.
Desde un plano académico, esta monografía no podía tener mejor aval que el de la Profesora Fernández-Coronado, íntimamente vinculada a la investigación jurídica en torno a la Diversidad ideológica y religiosa en España y no en vano: Miembro de la “Sociedad Española de Ciencias de la Religión” desde el año 1996, Miembro de la “Comisión Asesora de Libertad Religiosa” nombrada por Consejo de Ministro en 2004 o Presidente de la “Sección Jurídica de la Sociedad Española de Ciencias de la Religión” desde el año 2008, entre otros cometidos que se contabilizan en su haber curricular.
Y en un plano personal, la firmante del prólogo no podía ser mas idónea en tanto directora de la tesis doctoral “La incidencia del orden público constitucional en la eficacia civil de las resoluciones matrimoniales eclesiásticas en el Derecho español” que defendía el autor de esta obra que comentamos, allá por 2005.
Desde ese momento y aun perteneciendo a distintas universidades —la Profesora Ana Fernández-Coronado es Catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado en la Universidad Complutense y el Profesor Salvador Pérez Álvarez Profesor es Profesor Titular de esta misma rama del saber jurídico en la Universidad Nacional de Educación a Distancia—, sus caminos en el cosmos académico no han resultado, en absoluto, lejanos sino del todo convergentes. En este sentido, han sido, en unos casos codirectores y, en otros muchos, coordinadores de numerosos proyectos editoriales que han llevado a cabo con encomiable soltura y eficacia. Se me antoja destacar el volumen titulado La protección de la salud en tiempos de crisis. Nuevos retos del Bioderecho en una sociedad plural que se publicaba con la misma casa editorial que hoy lo hace con esta obra (v. gr. Tirant lo Blanch) en el que tuve oportunidad de participar bajo su diestra batuta.
Lo primero que me llama la atención y destacaría de este texto es su temática de rabiosa actualidad, que incluye un vasto y elocuente plano de la situación actual en relación con el improrrogable debate sobre la eutanasia y de la trascendencia que supone la regulación jurídica de la misma, en cuanto afecta a una dimensión humana de tal calado como es la responsabilidad y la inderogable dignidad de la propia vida.
Y es que este estado de cuestión resucita por la controvertida Ley Orgánica de regulación de la eutanasia que ha vuelto a poner en la palestra un debate parlamentario y social en relación a un tema de trascendentes repercusiones en nuestra sociedad. Así las cosas, el pasado 25 de marzo de 2021 se ha publicado en BOE la Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia, con entrada en vigor el 25 de junio de 2021 (salvo su artículo 17, con entrada en vigor el 26 de marzo de 2021), que ha venido a introducir en nuestro ordenamiento jurídico un nuevo derecho civil, el derecho a la eutanasia, y cuya tramitación no ha estado exenta de una acalorada polémica. Ciertamente, un concreto sector de la sociedad lo ha venido reclamando sobre todo a partir de los primeros casos mediáticos de finales de los años 90, como el conocidísimo de Ramón Sampedro (caso del que incluso en 2004 se rodó una película, “Mar Adentro” que volvió a abrir el debate) y otros más recientes.
La estructura bajo la cual se cimenta el libro obedece a cuatro bloques o unidades temáticas, nítidamente diferenciados, aunque, sin duda, vinculados entre sí.
El primer pilar sobre el que se asienta esta investigación es el relativo al “Derecho de la diversidad cultural. Su proyección sobre el ámbito sanitario”. En este Capítulo I que nos sirve como introducción al texto, el autor realiza una penetrante reflexión sobre el problema que subyace al fuerte impacto del fenómeno de la inmigración, implicando la tolerancia y la integración de las minorías culturales, ideológicas, religiosas no exentan de demanda de recepción de tratamientos diagnóstico-terapéuticos que se adecuen a los mandatos impuestos por sus propias convicciones. No obstante, su estudio no quedaría completo sin una aproximación a la “Asistencia, alimentación y simbología religiosa en las instituciones sanitarias públicas” que es en torno a la que versa el Capítulo II.
A partir de estos postulados, en el Capítulo III el Profesor Pérez Álvarez encara el crucial asunto: “El derecho de los pacientes a decidir sobre su propia salud en base a sus creencias y/o señas de identidad cultural”. En este capítulo se concentra, a mi juicio, la mayor potencia del libro y forman parte de ella debates tan candentes como: el derecho a decidir sobre la propia salud reproductiva (Interrupción voluntaria del embarazo y Reproducción Humana Asistida), el derecho a disponer libremente sobre el propio sustrato corporal (las transfusiones de sangre y la donación y el trasplante de órganos y tejidos celulares) o el derecho a decidir sobre la propia vida al final del devenir vital (Régimen jurídico de la sedación paliativa y la -entonces- Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia).
Por último, se culmina la obra con el Capítulo IV bajo la rúbrica “Objeción de conciencia del personal sanitario a practicar tratamientos médicos”. En este bloque se encaran cuestiones como la objeción de conciencia a la práctica de la interrupción del embarazo, la objeción de conciencia a los tratamientos de reproducción humana asistida o interrogantes del tipo: ¿Objeción de conciencia a la limitación de medidas de soporte vital o a la sedación paliativa de enfermos terminales? En este sentido, este capítulo (y es el sentir general de esta monografía) no pretende cerrar problemas jurídicos sino abrirlos o replantearlos, respondiendo con soluciones que recogen conceptos distintos, sólidamente fundamentados, desde un análisis interdisciplinar, propio del más exigente rigor científico de su autor.
Concluiremos diciendo que se trata de una obra altamente recomendable, que da fe de lo productivo que resulta el Grupo de Investigación IMIENS -adscrito al Instituto de Salud Carlos III y a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)- sobre Libertad de Conciencia, Nuevas Biotecnologías y Bioderecho en la Era Digital del que es responsable Principal el Profesor Salvador Pérez Álvarez y del que me siento muy honrada de formar parte.
Por ende, aborda esta investigación una temática de la mayor actualidad e interés. Pero, sobre todo, se trata de una obra rigurosa y eficaz, que sabe poner el énfasis en los puntos cruciales, con un enfoque didáctico y discursivo.
