Espiritualidad sin religión: características de la espiritualidad no afiliada en Madrid

Cuestiones de pluralismo, Volumen 4, Número 1 (1er Semestre 2024)
7 de Junio de 2024
DOI: https://doi.org/10.58428/RSFP4752

Comparte este contenido:

Por Mónica Cornejo Valle / María Isabel Blázquez Rodríguez

Son creencias y prácticas que han crecido en nuestras sociedades por sí solas, sin el soporte de ninguna iglesia, gracias a la protección de la libertad de creencia, ocupando el espacio entre las grandes confesiones y la antirreligiosidad.


 

De acuerdo con un estudio del CIS de 2017 (Estudio 3194), el 16,8% de las personas en España se consideran “espirituales” pero no seguidoras de una confesión religiosa. Ese porcentaje representa a varios millones de personas, y ciertamente es mucha gente con la que convivimos, trabajamos, compartimos y, sin embargo, no se les ha prestado apenas atención como colectivo en nuestro país. Aunque sabemos algo de sus creencias y prácticas, sabemos muy poco de quién son y dónde están, de sus formas de organización, o de sus variedades internas. Aunque la espiritualidad no afiliada sigue siendo una gran desconocido en España, no es un tema exactamente nuevo. Ahora hablamos de espiritualidades no afiliadas para referirnos a lo que hace dos décadas llamábamos nuevas formas de espiritualidad, y a lo que hace cinco décadas llamábamos New Age. Esta expresión, new age, tiene ahora un cierto estigma y la propia gente espiritual rechaza al movimiento New Age como una desviación de la verdadera espiritualidad. Sin embargo, las creencias, prácticas, experiencias y comunidades que se describen en la literatura académica actual sobre espiritualidades no alineadas (por ejemplo, en Being Spiritual but not Religious, 2018, de William Parsons) coincide con las que describían años antes los primeros autores en dar cuenta del movimiento New Age (René de la Torre) o de las también llamadas, más tarde, espiritualidades subjetivas (Paul Heelas). También hay una continuidad similar en las investigaciones realizadas en España en el pasado (Mar Griera, Francisco Díez de Velasco, Joan Prat, María Albert), incluidas las que también hicimos hace ya más de diez años, y lo que estamos encontrando hoy en día.

En todas esas investigaciones se presentan a grandes rasgos las creencias dominantes en la población que se considera espiritual pero no religiosa, y que también en términos generales encajan con las creencias descritas para otros países. Aunque en ocasiones se ha despreciado este sistema de creencias como una mera componenda individual a la carta, lo cierto es que tiene una lógica de fondo clara y ampliamente extendida a partir de un cierto monismo de la “energía”. Este concepto de energía, que procede de la influencia New Age, adopta muchos nombres y formas distintos, pero en general se refieren a una fuerza sobrenatural universal, latente, y generalmente impersonal, que se concreta y manifiesta en la realidad material (objetos rituales, salud, “abundancia”) así como en entidades personales visibles o invisibles (dioses, ángeles, espíritus), mostrando una continuidad entre la realidad espiritual y la material, es decir, que “todo está conectado”. Esta creencia de fondo sustenta el ejercicio de prácticas holísticas e integrales (desde ritos a terapias) y también se articula en sistemas éticos orientados al desarrollo y evolución personal, en los que suele ser relevante la “materialización” de la evolución espiritual del individuo (e incluso de la sociedad) en la forma de un mayor bienestar y cierto sentido del éxito personal o colectivo.

Tomadas de una en una, sabemos que estas creencias están también presentes en doctrinas históricas conocidas que encontramos en el budismo, en el hinduismo, así como en el cristianismo, pero ya en las investigaciones precedentes se ha subrayado que lo específico de la síntesis actual de estas ideas no son las ideas en sí, sino el hecho de que esas creencias (algunas de ellas claramente marginales en la historia religiosa occidental), se hayan extendido tan ampliamente sin el soporte de ninguna gran iglesia. De hecho, se han extendido precisamente haciendo una crítica a la institucionalización de la espiritualidad por las grandes religiones. En cierto modo, son creencias que han crecido en nuestras sociedades por sí solas, gracias a la protección de la libertad de creencia, ocupando el espacio intermedio entre las grandes confesiones y la antirreligiosidad. 

SEIS HALLAZGOS SOBRE LAS ESPIRITUALIDADES NO AFILIADAS EN MADRID

Como en España queda mucho por conocer sobre esto, en 2023 decidimos estudiar lugares, personas y organizaciones que ofrecieran servicios espirituales, rituales o esotéricos en redes, y que no tuvieran afiliación confesional reconocible y reconocida por el Registro de Entidades Religiosas. Por razones metodológicas limitamos la exploración a la Comunidad de Madrid, por el momento. La investigación sigue abierta y los resultados no son definitivos, pero el trabajo está sirviendo para recoger una muestra de más de 700 servicios espirituales no vinculados con una confesión religiosa, a partir de los que describir el panorama espiritual más allá de lo que ya sabíamos. Algunos de los resultados ya disponibles son estos:

(1) Tarot, reiki y meditación son las prácticas más populares. Aunque no todo el mundo estaría de acuerdo en identificar estas tres prácticas como espirituales, lo cierto es que en el ambiente de las espiritualidades no afiliadas son las técnicas más ofertadas por sus especialistas. A pesar de su mala fama en la prensa, las lecturas de tarot son una de las tradiciones mejor asentadas del esoterismo occidental, y destacan sobre todos los demás servicios representando un 35% de la oferta espiritual madrileña, lo que muestra su arraigo y popularidad en nuestra sociedad. Más llamativo es el caso del reiki, una técnica de sanación energética que se introdujo en España en la década de los 80 del siglo XX, y que ha alcanzado una popularidad también muy amplia en relativamente poco tiempo, estando presente en el 20% de la oferta espiritual analizada, y siendo la primera técnica de carácter terapéutico en importancia con diferencia respecto al resto (el yoga espiritual no asimilado al hinduismo, a pesar de lo conocido que es, sólo aparece en el 8% de la oferta). No siendo tan antigua como el tarot en Europa, ni tan nueva como el Reiki, también la meditación ha logrado un gran arraigo y es una de las prácticas espirituales más conocidas por el público general. En nuestro estudio hemos incluido únicamente los servicios de meditación no adscritos a una tradición religiosa (budista o hinduista), ni claramente seculares (como algunas escuelas de mindfulness). Este tipo de meditación espiritual, pero no confesional ni secular, representa el 18% de la oferta espiritual madrileña. El reiki presenta una mayor profesionalización que el resto de técnicas, porque cuenta con asociaciones y federaciones que velan por la calidad de los servicios y la formación, siguiendo una línea específica que se aprecia en otros servicios terapéuticos. Frente a esto, el tarot es una expresión más típica de la religiosidad popular, y la que presenta mayor número de servicios a cambio de donaciones puntuales. Ello contrasta con la meditación, que es la técnica más empresarializada de todas.

(2) Counseling espiritual. La actividad principal que define lo que la gente hace y busca en las espiritualidades no afiliadas no se define por su carácter ritual ni doctrinal, sino que el 54% de la oferta espiritual en Madrid consiste en consultas personales sobre los asuntos existenciales comunes que afectan a la vida de las personas. Este es un servicio fundamentalmente basado en la conversación que a menudo está vinculado al uso de técnicas oraculares como el tarot, la astrología, los registros akáshicos, las runas, la llamada videncia natural, o la numerología. A través de estas técnicas se analizan las situaciones y preocupaciones que las personas exponen, y se espera que el análisis ofrezca claridad, un punto de vista nuevo sobre el problema que le ha llevado a la consulta. En algunos casos, la consulta puede ir acompañada de servicios rituales como las limpiezas energéticas o magia de protección, ambas populares, pero el centro de la actividad es generalmente la consulta en sí. El tema más consultado es el amor (31%), seguido del desarrollo espiritual y la evolución personal (28%), y sólo en tercer lugar los asuntos de dinero y trabajo (18%). Es interesante que la clásica tríada “salud, dinero y amor” se haya transformado significativamente, dejando paso a una nueva perspectiva en la que el desarrollo espiritual y la evolución personal son una nueva clave, imprescindible, en la visión del mundo de las espiritualidades no afiliadas.

(3) Mayoría de especialistas espirituales mujeres. Casi la mitad de los perfiles en redes que hemos explorado son de grupos, lugares o no contienen información significativa sobre el género, pero en la mitad que sí permiten identificar esto, hay claramente más del doble de mujeres (36%) que de hombres (16%) en los servicios espirituales de la Comunidad de Madrid. Esto tiene algo de nuevo, y algo de viejo. Por un lado, lo interpretamos como una continuidad cultural, pues no es raro que las mujeres sean más numerosas que los hombres en espacios rituales y espirituales en Europa: aunque los hombres religiosos hayan sido socialmente más visibles, lo cierto es que los templos han estado históricamente llenos de mujeres en nuestro continente. La novedad, por otro lado, está precisamente en la significativa visibilidad que el liderazgo e iniciativa de las mujeres adquiere en estos contextos, algo que históricamente no ha tenido. No hemos encontrado ninguna técnica o práctica en la que las mujeres no sean mayoría.

(4) Actividad económica empresarial y puntual. La vida económica de las confesiones y las personas religiosas y espirituales es una de las dimensiones más estigmatizadas en nuestra sociedad, pero todas las comunidades tienen actividad económica de un tipo u otro. Según nuestro estudio, el 34,5% de las entidades y personas que publicitan sus servicios espirituales online están constituidas como empresas o como autónomas, aunque el 59,1% de la muestra está constituida por personas individuales que ofrecen servicios puntuales a cambio de donaciones. La estimación se basa en la observación de publicidad, por lo que no tiene el valor de un censo económico, pero sí permite esbozar un bosquejo razonable de esta realidad, que no se había explorado hasta ahora. Mediante entrevistas estamos confirmando que la mayoría de la actividad económica no empresarial es de carácter complementario para quienes la ejercen, es decir, que la espiritualidad no es la fuente principal de ingresos para esas personas, como suele ocurrir en el caso de los servicios espirituales de las minorías religiosas en general. De todas las prácticas, la meditación es la única que tiene una tendencia distinta en este aspecto, pues la mayoría de las entidades y personas que la ofrecen (el 60%) tienen esta actividad formalizada.

(5) Perfil secular y perfil espiritual. Uno de los retos de caracterizar la espiritualidad contemporánea consiste precisamente en aceptar de entrada que se trata de un fenómeno entre dos mundos: uno más claramente espiritual y religioso, en el que el rito y las creencias son fundamentales, y otro más claramente secular, en el que las técnicas fisiológicas y la eficacia terapéutica se consideran más importantes. En las cerca de 700 webs y perfiles de redes sociales que hemos analizado se pueden ver las dos tendencias en la publicidad de los servicios. De hecho, al analizar los servicios que se ofrecen con más detalle, se aprecia que un 30% de la oferta son terapias holísticas (entendido esto como el uso de técnicas orientadas al bienestar y restauración de la salud) y el 23% es más claramente espiritual (entendido esto como actividad de carácter mágico, ritual u otros, no necesariamente orientados a la salud). A pesar de la importante presencia de un enfoque terapéutico, los temas de salud y sanación no se encuentran entre los más consultados, y muchas de estas terapias están en realidad orientadas a diagnosticar y sanar bloqueos energéticos, emocionales y otros obstáculos en el desarrollo personal, más que en la salud biofisiológica. Sin duda, ello tiene que ver con la presencia de una concepción holística de la salud significativamente distinta de la concepción biomédica.

(6) Eclecticismo y amplia oferta de formación. Leyendo con atención matemática algunos de los resultados que se describen aquí, se apreciará que existe un cierto solapamiento en algunas dimensiones, especialmente en el uso de las técnicas, pero no sólo. Esto se debe a que una misma entidad (centro, lugar o especialista) a menudo se dedica a varias especialidades espirituales y no sólo a una, a lo que llamamos “eclecticismo”. Un rotundo 83% de la oferta espiritual de la Comunidad de Madrid ofrece como parte de sus servicios más de 4 técnicas o prácticas espirituales distintas que no guardan relación necesaria entre sí. Esto se debe, en parte, a la popularidad de algunas técnicas (como el tarot o el reiki), que son percibidas por las personas especialistas como servicios muy demandados por sus clientelas, por lo que terminan incorporándose a la oferta. Pero también se debe a la actual accesibilidad a los medios y la formación en cualquier técnica. Aunque algunas personas especialistas se consideran autodidactas, es interesante tener en cuenta que un 33% de la oferta espiritual en Madrid se compone de talleres, cursos y otras formaciones espirituales, técnicas y rituales, que la propia comunidad espiritual difunde, ofrece y en la que también participa como alumnado. Esto hace que la espiritualidad en los últimos años haya estado muy viva, introduciendo constantemente novedades y adaptándose fácilmente a las distintas modas internacionales. La importancia de la formación en este campo también hace que el eclecticismo se mantenga, pues la formación permite a cada especialista y centro de espiritualidad ir evolucionando y adaptándose a la demanda, como ocurre en cualquier otro contexto en el que la formación continua es un valor.

EL FUTURO DE LAS ESPIRITUALIDADES NO AFILIADAS

Según sus propias predicciones, la espiritualidad no afiliada crecerá en el futuro, y constituirá una nueva cultura religiosa mayoritaria basada en la libertad individual para explorar nuestro propio destino y el sentido de nuestra existencia, de acuerdo a las características de nuestra herencia espiritual y nuestro esfuerzo de evolución. Esta profecía coincide con la que ya hizo el sociólogo Thomas Luckmann en 1967, en su famosa obra “La religión invisible”, y escrutando el estado social de la espiritualidad en hoy en día, parece razonable pensar que, efectivamente, puede seguir creciendo. Una de las razones para su previsible crecimiento es la protección de la libertad de creencias y convicciones. Si nuestras sociedades siguen siendo estados de derecho, en los que la libertad de conciencia se considera un valor de la convivencia, cabe esperar que estas y otras formas de espiritualidad no eclesializadas sigan siendo una manifestación más de la búsqueda humana de sentido, trascendencia, conexión y otras búsquedas existenciales que podemos reconocer en el variado espectro de la diversidad religiosa y espiritual. La otra razón para predecir su crecimiento es su alta adaptabilidad, consecuencia de características como la heterogeneidad interna, el eclecticismo y la importancia de la formación. En esto, las espiritualidades no afiliadas son herederas de la tradición del esoterismo occidental, algunas de cuyas creencias y prácticas han pervivido durante siglos incluso a pesar de las persecuciones históricas. Será interesante seguir estudiando este fenómeno, y las formas originales en que puede influenciar a la sociedad.

Cómo citar este artículo

Cornejo Valle, Mónica y Blázquez Rodríguez, Maribel, "Espiritualidad sin religión: características de la espiritualidad no afiliada en Madrid", Cuestiones de Pluralismo, Vol. 4, nº1 (primer semestre de 2024). https://doi.org/10.58428/RSFP4752

Para profundizar

  • Albert Rodrigo, María y Hernandez Marti, Gil Manuel (2014). “Los movimientos psico-espirituales en la modernidad globalizada: Una mirada desde la ciudad de Valencia”. AIBR: Revista de Antropología Iberoamericana9(3), 273-296. http://dx.doi.org/10.11156/273
  • Clot-Garrell, Anna, and Griera, Mar (2019). "Beyond Narcissism: Towards an Analysis of the Public, Political and Collective Forms of Contemporary Spirituality". Religions10(10), 579. https://doi.org/10.3390/rel10100579
  • De la Torre, Renée (2014). “Los newagers: el efecto colibrí. Artífices de menús especializados, tejedores de circuitos en la red, y polinizadores de culturas híbridas”. Religião & Sociedade, 34 (36-64). https://doi.org/10.1590/s1984-04382014000200003
  • Parsons, William B. (2018). Being Spiritual but Not Religious. Past, Present, Future(s). London: Routledge.
  • Prat, Joan (Coord.) (2012). Els nous imaginaris culturals: espiritualitats orientals, teràpies naturals i sabers esotèrics. Tarragona : Universitat Rovira i Virgili.

Suscríbete
a nuestros contenidos