Ocho confesiones y una ciudad
Nuestra aportación a la investigación consistió en el estudio de algunos eventos y confesiones en Madrid. Tras algunas consideraciones metodológicas y de oportunidad, el equipo investigador seleccionó para el estudio ocho confesiones entre las que se encontraban el catolicismo, el evangelismo, el adventismo, el islam sunní de origen bangladeshí, el islam chií duodecimano, el sijismo punyabí, el budismo de origen chino y las espiritualidades de influencia new age. Junto con otros miembros del equipo (Mónica Cornejo, María Isabel Blázquez, Santiago López-Pavillard, Óscar Salguero, Hutan Hejazi, Alaitz Penas, Javier Carrera, y Sergio Serrano), participamos en distintos eventos organizados por cada una de las denominaciones, y comenzamos a vislumbrar una respuesta a nuestras preguntas iniciales. Entonces vimos cómo los estereotipos socialmente extendidos sobre algunos grupos, junto con el hecho de que fueran más o menos conocidos por la sociedad general, y la propia voluntad del grupo de visibilizar más lo que les hace únicos o lo que les hace iguales, eran tres factores determinantes en la elección de espacios urbanos para eventos. Ello se ve mejor al aproximarnos a los eventos, los grupos y sus circunstancias.
1. Por su variedad y frecuencia, los eventos católicos son difícilmente comparables con los de los grupos minoritarios, sin embargo, constituyen una referencia importante en el análisis de la relación entre ciudad y religión en el caso de Madrid pues, por razones históricas, el catolicismo constituye una referencia clave a partir de la cual se establecen estereotipos de lo religioso que se aplican, consciente o inconscientemente, a otros. En lo que afecta a nuestra investigación sobre la visibilidad, fue muy interesante comprobar que los eventos católicos podían resultar muy poco visibles como actos religiosos, a veces porque se consideran más tradicionales que confesionales. Este sería el caso de procesiones de barrio o incluso de la Semana Santa. Esta situación peculiar del catolicismo cambia cuando la dimensión confesional quiere ser subrayada en eventos tradicionales, como las cabalgatas de Reyes Magos. En 2017 hubo un conflicto asociado a la ruptura de estereotipos de la tradición (los reyes magos se vistieron de una forma muy distinta a la tradicional, hubo mayor visibilidad de mujeres en el papel de reyes e incluso de desfiles con “reinas magas”) y todo ello levantó una interesante discusión general sobre el papel de la confesionalidad y la secularidad de las tradiciones urbanas. Situaciones distintas vemos con las confesiones que son minoritarias en la ciudad.
2. En el caso del evangelismo, en 2017 pudimos participar en los eventos de la conmemoración del 500º aniversario del inicio de la Reforma protestante. Uno de sus actos centrales fue la Fiesta de la Esperanza, en el paseo del Prado, en pleno centro de la ciudad, donde cientos de fieles alabaron, testimoniaron y oraron por la conversión de España. Conscientes de los estereotipos y estigmas que la sociedad española aún tiene sobre las iglesias evangélicas, las muy variadas denominaciones cristianas evangélicas quisieron hacer visible mediante este evento, entre otras cosas, su unidad y el tamaño de la comunidad evangélica española. Además, también transmitieron un mensaje de reivindicación de la identidad religiosa evangélica como identidad española, frente a los estereotipos que imaginan a las minorías religiosas como comunidades migrantes. En este caso, la presencia urbana evangélica se manejó a través de la elección de un lugar central de la ciudad, y la congregación de cientos de personas en un espacio muy visible que obligaba al transeúnte a preguntarse ¿qué se celebra aquí?
3. En el caso de la Iglesia Adventista, participamos en un evento organizado por la congregación de Vallecas y que se celebró en un lugar de gran tránsito, frente a la estación del tren de Entrevías. Al igual que el evangelismo, también el adventismo sufre de ciertos estigmas y desconfianza en España. Conscientes igualmente de ello, la congregación vallecana buscó hacerse visible recurriendo a uno de sus valores fundamentales: el cuidado de la salud. En el evento llamado “Expo Salud” la comunidad ofreció información sobre los “ocho remedios naturales” que forman parte de su credo. Así se buscó romper la desconfianza de la sociedad mostrando abiertamente la identidad confesional y la compatibilidad del adventismo con valores seculares y generales como la salud, para lo que se eligió un espacio de gran exposición pública.
4. El caso de las comunidades musulmanas en España, como en el resto de Europa, tiene también sus peculiaridades. A pesar de la hipervisibilidad mediática del islam, su diversidad interna y sus características confesionales son poco conocidas por la sociedad y ello hace que algunas comunidades musulmanas sientan la necesidad de visibilizarse en sus propios términos. Este era el caso de la Fundación Alulbeyt, colectivo que representa a la comunidad chíi madrileña, y que en 2016 dispuso una carpa informativa en la Puerta del Sol para presentar al público la figura del Imam Husain, una figura central para la identidad del chiismo como denominación específica dentro de la diversidad islámica.
5. En el caso del islam sunní, nuestro equipo participó en la festividad con la que finalizó el Ramadán de 2017 junto a la comunidad Baitul Mukarram en el parque Casino de la Reina, en el centro de la ciudad. Las celebraciones incluyeron el rezo colectivo en el espacio público de cientos de personas de diferentes orígenes, y contó con la presencia del concejal de Distrito Centro, marcando con ello la relevancia del evento para la ciudad, que ayuda desde el Ayuntamiento en la financiación del Eid al-Fitr. En estos dos casos nos encontramos con las dos caras de la visibilidad de la comunidad musulmana. Si la comunidad sunní tiene una gran visibilidad y atrae la presencia institucional, la comunidad chií siente la necesidad de reivindicarse en su especificidad, y elige un lugar tan visible como la Puerta del Sol.
6. Algo similar al caso chií encontramos en la comunidad sij madrileña. Esta comunidad también eligió la Puerta del Sol para hacerse visible en septiembre de 2011. Siendo en Madrid poco numerosa y conocida, las personas de la comunidad a menudo son tomadas por la sociedad local como personas musulmanas, lo que quisieron contrarrestar con su actividad en el espacio público. Para ello, quisieron destacar estéticamente uno de sus símbolos religiosos más característicos: el dastar o turbante. La ausencia de impacto del acontecimiento y la falta de apoyo institucional conllevaron que la comunidad sij madrileña abandonase las estrategias de acción colectiva de visibilización en esta ciudad en el momento de nuestra investigación, aunque el evento mencionado, unos años anterior en el tiempo, resultaba de gran interés para el análisis sobre las dinámicas de visibilidad.
7. Una situación totalmente distinta es la de las comunidades budistas chinas Fo Guang Shan y Zhen Fo Zong Ming Zhao, que participaron junto con otras asociaciones en las celebraciones del Año Nuevo Chino en el Distrito de Usera en el tiempo de nuestra investigación. Estas celebraciones fueron organizadas en colaboración con el Ayuntamiento, sin embargo, la participación de la comunidad Zhen Fo Zong Ming Zhao no fue bien vista por la Embajada de la República Popular China por su posición crítica respecto al gobierno chino, aunque ello no modificó la propuesta del Ayuntamiento. A pesar de que en España el budismo es popularmente asociado con valores como el autoconocimiento y la autorrealización, en este caso se observa una conflictividad específica basada en dinámicas políticas entre ciudadanos y autoridades del país de origen y no tanto en interpretaciones locales. Durante la feria del Año Nuevo Chino y las celebraciones del Vesak (nacimiento, iluminación y muerte de Buda), la dimensión religiosa se mantuvo en segundo plano frente la identidad cultural china. En ambas ocasiones, las comunidades religiosas participaron en los eventos reflejando la dimensión secular de su cultura de origen.
8. Por último, también algunas personas que se identifican como espirituales, y que participan en comunidades y corrientes de influencia new age, buscan su visibilidad confesional específica en el espacio público urbano. Esto se puede observar especialmente en los eventos de yoga al aire libre, que suelen tener lugar en primavera y verano en algunos parques de la ciudad. El Parque de El Retiro destaca entre estos lugares por una mayor recurrencia de uso, y allí se reconocen variaciones entre el número de participantes y la apertura o exclusividad de los grupos, la frecuencia y el momento del día, pasando por el coste y el anuncio de la práctica. La práctica del yoga en el espacio urbano parece haberse integrado como una actividad secular basada en cuestiones de salud y bienestar fisiológicos, valores socialmente hegemónicos y asociados a lo secular, a pesar de que el yoga implique una aspiración holística de lo físico, lo mental y lo espiritual. Como Anna Clot y Mar Griera han señalado para el mismo caso en Barcelona (Clot-Garrell y Griera, 2019), aunque las espiritualidades new age suelen ser consideradas por la sociedad como altamente individualistas y personales, precisamente estos eventos de yoga al aire libre hacen visible una dimensión pública y comunitaria de estas espiritualidades, que comparten con otras confesiones religiosas.